El Bois de Vincennes es el mayor espacio verde de París. Aglutina diversos elementos como lagos, un hipódromo, un arboreto, un parque floral, una granja, una reserva ornitológica o un jardín de agronomía tropical.

Fue acondicionado por Luis XV como terreno de caza para los reyes de Francia. Su red de lagos y arroyos se inspira en el modelo de los jardines ingleses y está salpicada de puentes, cascadas artificiales, quioscos y restaurantes. Alberga multitud de senderos que permiten descubrir la belleza de su fauna y su flora y que se pueden descubrir en bicicleta, a caballo o a pie. Su sotobosque está animado con zonas de juegos y sus cuatros lagos disponen de un servicio de paseos en barca que se ha convertido en actividad casi obligada. Las áreas botánicas presentan el arte floral en todo su esplendor.

Cuenta además con recorridos como el de Daumesnil, de 1.400 metros de largo, equipado con 14 aparatos gimnásticos, u otro reservado a deportistas con mayor preparación física. Los niños pueden divertirse en su teatro de marionetas, que perpetúa una larga tradición, o en la granja de París, que les encantará.