La ópera Garnier
El palacio Garnier es una joya de la cultura francesa que combina riqueza arquitectónica, cultural y artística.
Los secretos de una joya arquitectónica.
El palacio de la ópera Garnier domina la plaza homónima. Este teatro de estilo italiano, famoso por sus columnas, esculturas y dorados, sirvió de inspiración a arquitectos de todo el mundo. Ha servido de escenario a numerosos artistas y espectáculos de danza, canto, teatro, música, etc.
La construcción del palacio de la ópera Garnier formó parte del gran proyecto urbanístico que emprendió Napoleón III en 1858. Cuenta con un acceso privado destinado originalmente a evitar atentados contra el emperador y su estructura refleja la jerarquía social de la época en la rotonda de los abonados, los salones, los palcos y los balcones. En 1964, el pintor Marc Chagall pintó los 220 m² del techo del salón llenándolo de luz y color.
Los visitantes pueden acceder a las exposiciones temporales en las que se presentan las grandes obras arquitectónicas, decorativas, musicales y coreográficas nacidas entre sus muros. Y no olvidemos el arte de la mesa, ya que cuenta con dos estrellas Michelin. La terraza exterior ofrece una bonita vista en contrapicado del contorno del edificio.